Sombras del mal: El estrangulador del turbante

Durante una década, un brutal asesino en serie acechó y mató a cerca de 300 personas em Kabul, Afganistán

De nuevo nos encontramos con esa figura del asesino en serie. En esta oportunidad nos trasladaremos hasta uno de los países menos conocidos, tanto por la distancia que nos separa de él como por lo misterioso y desconocido de su religión. 

Conoceremos a Abul Djabar, un hombre señalado de asesinar a más de 300 niños, hombres y jóvenes, a quienes atacaba y estrangulaba en las callejuelas de Kabul, capital de Afganistán, donde actuó entre 1960 y 1970.

Un hombre que logró burlar a las autoridades, al extremo de que dos hombres inocentes fueron detenidos, acusados de sus crímenes y muertos en la horca, mientras él seguía asesinando.

Este sujeto nació en la capital afgana el 11 de julio de 1921, de su vida poco se conoce, en gran medida debido a la destrucción de los archivos policiales tras la llegada del Talibán al poder. Se sabe que era homosexual y eso significó persecuciones y palizas en una sociedad tradicionalista islámica que castiga esa conducta. 

Desde niño su homosexualidad fue la excusa para convertirlo en blanco de ataques y segregación. Quienes han estudiado su caso consideran que sus crímenes fueron cometidos bajo cuadros de severa depresión y rabia desarrollados durante años de abuso por su sexualidad.

Esa es una de las razones por las que centró sus ataques en los más vulnerables, especialmente en niños y jóvenes pobres, a quienes engañaba y llevaba a lugares aislados donde los sodomizaba y luego los estrangulaba con su turbante, de allí su apodo de “asesino del turbante”.

Este múltiple homicida atacó en Kabul y su accionar generó pánico entre la población, sobre todo entre los atemorizados padres, quienes temían que sus pequeños fuesen engañados y asesinados por este depravado.

Asimismo, Djabar lograba mimetizarse entre la gente y siempre terminaba burlando a la Policía, que parecía desorientada ante los constantes asesinatos perpetrados por el criminal.

Durante la investigación, en dos oportunidades la policía creyó haber detenido al supuesto culpable. De tal modo que dos hombres fueron previamente ejecutados al ser sospechosos de los asesinatos. Pero los crímenes continuaban y así se dieron cuenta, dos veces, que el verdadero homicida no estaba muerto y que continuaba asesinado.

El “asesino del turbante” finalmente fue detenido en 1970, literalmente con las manos en la masa ya que intentaba matar a otra persona cuando fue interrumpido: los gritos alertaron a los vecinos, quienes lograron detenerlo, aunque no pudieron salvar a la última víctima.

En esta oportunidad, las autoridades hicieron mayores esfuerzos e investigaciones para relacionar a Djabar con los más de 300 crímenes que le imputaban y no matar a otro inocente. Al momento de ser condenado, solo pudieron comprobar su participación en 65 asesinatos.

Al igual que sus dos inocentes predecesores, Djabar fue condenado a muerte y el 21 de octubre de 1970, cuando tenía  49 años de edad, fue ahorcado en Kabul.

Deja un comentario