En Zulia siguen la pista del asesino de una niña de 10 años

La pequeña tenía signos de haber sido golpeada y quemada con cigarrillos. Murió por asfixia mecánica, según la autopsia

Una niña de 10 años fue asesinada en Los Haticos, estado Zulia. El infanticida sería un «amigo» de la familia de la niña, que teme que el hombre haya escapado a Colombia para evadir a la Justicia.

La víctima fue identificada como Isabel Paola Aizpurua Castillo, Sus restos mortales los encontraron en el baño de un inmueble en el sector La Arreaga de Los Haticos, 12 horas después de que la menor desapareciera, aseguró la policía, citó Versión Final.

La menor murió por asfixia mecánica (estrangulamiento), y el cadáver presentaba signos de golpes y quemaduras.

Un sujeto de 68 años de edad identificado como Luis Herrera López, conocido como «El Negro» y amigo de la familia Aizpurua, se habría llevado a la niña bajo engaño el pasado lunes 9 de octubre.

El hombre llegó a la casa de la familia Aizpurua e invitó a Isabel para que lo acompañara al sector La Arreaga a buscar un dinero que le debían por pintar un carro.

La pequeña pidió permiso a sus padres, quienes se lo concedieron porque Herrera le inspiraba confianza.

Doce horas después, cerca de las 10:00 pm del lunes, el cuerpo de la muchachita fue hallado golpeado en el baño de casa en la que vivía Herrera.

La policía busca a Herrera en Los Haticos, barrio Edgar Ramón Uzcátegui, La Arreaga, Santo Domingo, Maracaibo y San Francisco. En el barrio Cerros de Marín arrestaron a una supuesta hermana de Herrera para interrogarla sobre el paradero del hombre.

Según fuentes, las autoridades venezolanas emitirán una alerta roja ante la Interpol, ante la posibilidad de que el presunto infanticida haya escapado a Colombia, de donde es oriundo.

«Mató a mi hija por gusto»

Humberto Aizpurua, padre de Isabel, aseguró que, de acuerdo con el resultado de los exámenes forenses, su hija «no fue violada».

Aseveró que el cuerpo de Isabel estaba golpeado y con signos de asfixia mecánica.

Detalló que el cadáver de Isabel tenía quemaduras de cigarrillo. «Mató a mi hija por gusto», manifestó Aizpurua, quien indicó que el sexagenario era considerado parte de la familia. Jamás pensó que cometería «esa aberración».

Era usual que los niños Aizpurua salieran con Herrera.

Llegaron a buscar a Isabel a casa de Herrera porque una vecina le dijo que el hombre había vendido a su perra y andaba con un bolso y un ventilador. «Dijo que se iba porque un hijo había muerto», contó el padre.

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