Sostuvo una discusión con la madre de los niños y se quemó con ellos para evitar que ella se los llevara

Una discusión de pareja terminó en tragedia el domingo 12 de mayo, Día de las Madres, cuando un hombre encerró a sus dos hijos en un cuarto y le prendió fuego a la casa para evitar que la mujer se llevara a los niños. El padre murió quemado junto a los dos pequeños en el interior de la vivienda.

Los sucesos se registraron cerca de las 8:30 de la mañana del domingo en una vivienda de la calle principal del sector La Granja, San Félix, estado Bolívar.

Las víctimas fueron identificadas como Jeremías Moreno Talavera, de siete años de edad, y Génesis Moreno Talavera, de cuatro años. El padre infanticida y suicida era Félix Antonio Moreno, de unos 40 años.

En la habitación en la que fueron encerrados los niños se encontró un cuaderno de caligrafía de Jeremías con el mensaje: “Mami, te amo y te quiero mucho. Feliz día mamá”.

Los vecinos se alarmaron cuando vieron al padre mientras prendía fuego a la vivienda familiar y cerraba con llaves y candados las rejas, las puertas y el portón. Los gritos de los dos niños se escuchaban desde la calle, aseguraron testigos.

La pareja sostuvo una acalorada discusión cerca de las 7:00 am del mismo domingo, “Vimos que él la quería golpear y ella salió a la calle; quería llevarse a la niña, pero él no la dejó. Ella se fue a donde su familia, que vive a unas cinco calles de aquí”, contó un vecino a El Pitazo.

Hora y media después de la pelea conyugal, los vecinos escucharon los gritos d elos niños y percibieron el humo que salía de la casa.

Los vecinos trataron de rescatar a los niños. Consiguieron entrar a la casa a punta de golpes de mandarria, pero el padre bloqueó la puerta del cuarto en el que se encerró con sus dos hijos con un escaparate, además de cerraduras.

“No podíamos abrir, porque estaba dura. Cuando llegamos al cuarto, ya estaban todos quemados”, dijo Ángel Eduardo Pérez, un vecino.

Los tres cadáveres estaban en la cama, con el padre abrazando a los pequeños.

Efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) hallaron en la casa pimpinas para gasolina y machetes. En la habitación localizaron además un arma blanca.

Moreno trabajó en una mina hasta noviembre pasado. Al volver a la casa familiar comenzaron las discusiones con su pareja y madre de sus hijos. Decidieron separarse, pero seguían viviendo bajo el mismo techo porque el hombre aseguraba que no tenía a donde ir y que la casa era de los dos.

Habían puesto la vivienda en venta.

Vecinos comentaron que Moreno ya había amenazado a la mujer con atentar contra su propia vida y la de los niños, añadió Cactus24.