Sombras del Mal: La secta asesina

Durante casi 300 años una secta emboscó y mató a miles de peregrinos y viajeros en la antigua India

Mucho hemos hablado de asesinos en serie como individuos solitarios que actúan dominados por sus instintos, algunos de ellos perturbados mentalmente, otros movidos por una sociopatía indetenible, pero poco hemos conversado sobre esos que se mueven entre corrientes multitudinarias, entre masas de asesinos.

En esta historia nos trasladaremos hasta la misteriosa India. Conoceremos una secta que se extendió en el tiempo, que casi por 300 años asesinó a miles, quizá a millones de personas, como parte de sus ritos. Un grupo que fue identificado como los Thugs, o Los Estranguladores, quienes serían definidos por algunos especialistas como la primera mafia de la historia por su grado de organización.

Su líder más reconocido fue Thug Behram, alias “Buhram”, quien vivió entre 1765 y 1840, cuando fue ahorcado. Era el líder de la secta Thuggee en India, y quien es considerado como uno de los asesinos seriales más prolíficos, se le atribuyen 931 víctimas.

Para matar utilizaba el rumal, un pañuelo de tela amarilla de uso ceremonial, con el que estrangulaba a sus víctimas. Aunque se le imputaron los 931 asesinados, Buhram habría estrangulado con sus propias manos a unos 125 hombres y visto el estrangulamiento de 150 más, según James Paton, oficial de la Compañía Británica de las Indias Orientales.

Sin embargo, la primera mención que se hace de los Thugs data del año 1356. Su origen se encontraba en siete tribus y aunque se indica que tendrían ascendencia islámica, no hay ningún elemento que involucre a los musulmanes con sus ritos asesinos.

Los Thugs consideraban el asesinato premeditado como un deber religioso, no era mal visto matar para beneficiarse económicamente, se consideraban una profesión sagrada y honorable. Durante decenios, emboscaron a viajeros y peregrinos a quienes engañaban para asesinarlos y robarlos.

Se dice que a esta secta se ingresaba por nacimiento, o por secuestro en la infancia, o sea que si los viajeros muertos tenían niños, por lo general estos eran raptados e integrados a la secta como nuevos miembros.

Esta secta creía que con cada homicidio evitaba la llegada de Kali por mil años. Tenía un argot propio y simbología con la que sus miembros se reconocían. Todos participaban en las acciones, inclusive aquellos que por edad o enfermedad no podían hacerlo, pero colaboraban como observadores o espías.

A causa de su cuidadosa organización, clandestinidad y cautela, así como el pretexto religioso con el cual cubrían sus crímenes, continuaron por siglos en sus prácticas asesinas, libres de investigaciones.

Algunos investigadores consideran que los Thugs fueron unos chivos expiatorios, usados como excusa para desarmar y exterminar cualquier tipo de oposición armada por parte de la colonia inglesa, cuyos militares acabaron con ellos durante el siglo XIX.

Sin embargo, en la actualidad habría indicios del resurgimiento de estas ideas, y habría varias sectas imitadoras de la secta Thugs, quienes realizarían sacrificios humanos, aunque con un número de víctimas mucho más reducido.

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